viernes, 13 de mayo de 2016

La libertad se refugia en la intimidad


Mi interpretación es que Descartes estudia la moral desde dos puntos de vista diferentes. Desde un punto de vista tradicional, la reflexión moral apunta al dominio de las pasiones por parte de la razón. El segundo aspecto es moderno y novedoso, pues considero que Descartes descubre un nuevo objeto para la reflexión moral, y que ese nuevo objeto es la libertad de pensamiento. En el Discurso y en las Meditaciones (en especial en la "Cuarta meditación"), Descartes examina el problema de la libertad de pensar, y yo considero que ése es su verdadero hallazgo en el campo de la moral. Las pasiones del alma, aun cuando sea una obra posterior al Discurso y a las Meditaciones, puede llegar a ser vista desde ambas posturas: como representando un punto de vista más tradicional, a saber, la moral entendida como el dominio de las pasiones por parte de la razón; o corno culminando la reflexión que, en tomo a la libertad, comenzó Descartes en el Discurso y prosiguió en las Meditaciones. Considerado desde la reflexión metafísica, el hombre es pensamiento libre. Si no fuera pensamiento libre, nunca habría podido dudar. La duda es la ratio cognoscendi de mi libertad: la razón por la cual conozco mi libertad. Mi libertad es la ratio essendi de la duda, la razón de ser de la duda. Una vez descubierta la libertad de pensamiento como condición necesaria para toda investigación de la verdad, Descartes se plantea el problema de cómo puede conservarse dicha libertad. Tal corno mostró el ejercicio de la duda, la libertad de pensar está más allá del alcance de cualquier coacción externa. Bastará, por lo tanto, con conservar la propia vida para conservar esta libertad de pensar. Bene vixit qui bene se latuit ("Bien vive quien bien se esconde") era la consigna de Descartes. Si sustancia extensa -y nuestros cuerpos como parte de ella- está sujeta a leyes necesarias, coacciones de todo tipo, choques y violencias. La libertad se refugia en la intimidad', se repliega en el pensamiento. Descartes busca asegurar que su pensamiento siga siendo libre. El problema que se le plantea es que no sólo tiene que pensar, sino que también debe actuar. Y no puede esperar a tener ideas claras y distintas antes de actuar. El momento de la acción no siempre lo decide el actor. Suele estar impuesto por sus circunstancias. Descartes elabora entonces unas reglas de conducta o máximas de la moral provisional que aseguren la libertad de pensamiento. Son una manera de llevar una vida pacífica. Es una moral propia del investigador de la verdad. In foro interno, no renunciará a la libertad; in foro externo, se someterá a las decisiones públicas.




1 comentario:

  1. Gracias, Leiser!!!! Clarìsima tu sintesis. Lo que me persuade, leyendo tus reflexiones, es por que Descartes, en la època en que viviò, corriò cierto riesgo (mejor dicho, riesgo cierto) de tertminar en la hoguera. Y explica por que el Papa dijo hace poco "basta de descartes" (no hizo falta que aclarara que hablaba del bueno de Rene....)

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