Mientras Alonso Quijano imaginaba que era un caballero andante, obteniendo de esa fantasía el máximo placer del que fuera capaz, seguía siendo un hombre normal, pues todos los hombres – nos recuerda Hobbes – son vanidosos y tienen pensamientos secretos extravagantes. El trabajo permanente de la sociedad civil consiste en proteger al individuo de la locura. Y en protegernos de la locura de los demás. Todas esas pasiones vanidosas y extravagantes, ya sean santas o profanas, limpias u obscenas, que caracterizan el fluir sin guía de la conciencia de un hombre en soledad, deben ser controladas, rigurosamente reservadas al ámbito estricto de lo privado y contrarrestadas por la sospecha, el cálculo, el temor, la prudencia, el autointerés y la sobriedad, que son las actitudes que hacen a un hombre apto para la convivencia en sociedad. La locura no orgánica muestra que todo hombre es potencialmente destructivo y autodestructivo. cursos online. Nuestra interioridad no es un ámbito precioso que debe ser preservado de molestas intromisiones del exterior. Por el contrario, es un ámbito inculto que debe ser civilizado. El súbdito hobbesiano es un ser humano domesticado que ha debido adquirir, artificialmente, una segunda naturaleza que lo convierta en apto para la vida social. El paulatino abandono por parte de Quijano del cuidado de su hacienda, su progresivo aislamiento, el encierro en su habitación, fueron las condiciones que permitieron que dejaran de funcionar los controles sociales e hiciera eclosión la demencia que siempre estaba al acecho. Pues «las pasiones sin guía son la mayor parte del tiempo locura». carreras cortas
La imaginación o fantasía que predomina sobre las restantes y llega a dominar nuestra vida anímica a tal punto que sólo de ella obtenemos emociones es, según Hobbes, una excesiva vana gloria o su contrario, un vano desaliento. Aun los pensamientos secretos de los hombres más sobrios suelen estar dominados por la vanidad. Esta, la vana gloria o el vano desaliento - emociones que cuando se vuelven excluyentes dan origen a la locura – se originan en diferentes fantasías que tienen los hombres con respecto a su propio poder y al poder de los demás. En los Elements of Law se define la gloria, o el triunfo o glorificación interna de la mente, como la pasión que proviene de imaginar o concebir nuestro propio poder por encima del poder de quien compite con nosotros. Sus signos característicos son algunos gestos de la cara y del cuerpo, la ostentación en las palabras y la insolencia en las acciones. A quien esta pasión desagrada, la llama orgullo; a quien le agrada, la llama justa valoración de sí mismo. Hobbes advierte que esta imaginación de nuestro poder y valor, puede ser una experiencia cierta y segura de nuestras propias acciones, y entonces es una glorificación justa y bien fundada y engendra la opinión de incrementarla por medio de otras acciones futuras. En esto consiste el apetito que llamamos aspiración, o proceder de un grado a otro de poder. La misma pasión puede no provenir de la conciencia de nuestras propias acciones, sino de la fama y confianza de otros, por lo que uno puede pensar bien de sí mismo y sin embargo decepcionarse; y esta es la falsa gloria y la aspiración que se sigue de ella lleva al fracaso.
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