miércoles, 9 de marzo de 2016

"Un poder legislativo no puede existir sin estar absuelto de las leyes humanas"

 
En la literatura política de la época el término "arbitrario" suele tener connotaciones despectivas casi sin excepciones. Solía considerarse que tma ley era arbitraria cuando contradecía el corazón y que un gobierno era arbitrario cuando gobernaba el parlamento sin el rey o el rey sin el parlamento. Un panfleto anónimo de 1683 verifica ambas acepciones; su título es: El gobierno arbitrario desplegado durante la tiránica usurpación del parlamento "rump", siendo Oliver Cromwell responsable de sus procedimientos arbitrarios, crueles e ilegales, bajo las nociones de libertad y propiedad, escrito por "una persona de honor". Esta persona de honor define el término "gobierno arbitrario" de la siguiente manera: "considero que gobierno arbitrario es el gobierno de cualquier persona o personas, según su propia voluntad y autoridad, sin estar sujetos a las reglas, métodos e instrucciones de las leyes del país, convirtiendo así esta gloriosa monarquía en tiranía" (op. cit., Introducción).

C. N. -otro autor anónimo de la época- escribía que la disolución del Parlamento dejaba a los habitantes expuestos a la inexperiencia de los militares iletrados y, por lo tanto, lleva a "someter nuestros pescuezos al yugo absoluto, incontrolable y arbitrario de la espada ". Hobbes, sin embargo, no es el único autor que le da un sentido positivo al término "gobierno arbitrario". Robert Filmer también lo hace. Un año después de publicarse el Leviathan, Filmer publica su crítica: Observaciones concernientes a los orígenes del gobierno, según el Leviatán de Hobbes, el Contra Salmasius de Mil ton y el De Jure Belli de Grocio (Londres, 1652). En su crítica a Milton, dice Filmer: "¿Cómo es posible que haya sobre la tierra un gobierno que no cuente con un poder arbitrario? No existe poder si no es arbitrario. Un poder legislativo no puede existir sin estar absuelto de las leyes humanas; no puede mostrarse cómo un rey pueda tener algún poder si éste no es arbitrario" (parte 4, p. 17). John Milton afirmaba que los monarcas gobiernan arbitrariamente; Filmer le responde que todo gobierno es igualmente arbitrario, se trate de un rey o de un gobierno popular.

Robert Filmer le hace a Hobbes una objeción que incluso hoy en día es tomada por algunos comentaristas como una muy seria inconsistencia en su sistema.16 Hobbes afirma que en el estado civil cada individuo conserva el derecho a preservar su vida. Filmer nota que si un individuo conserva el derecho a preservar su vida, también conserva el derecho a determinar cuándo su vida está en peligro. El súbdito, por lo tanto, es juez de las acciones del soberano y se le reconoce el derecho a actuar según su juicio privado. Y esto es inadmisible (op. cit., primera parte). La crítica de Filmer puede reformularse de la siguiente manera: si se ha consentido en obedecer la decisión del árbitro, no puede luego condicionarse esa obediencia al resultado del arbitraje.

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